Carnaval 2009

Increíble lo que me ha costado poner esto en pie. No sabría ni por dónde empezar, de hecho ni siquiera encontré un buen título para el post. Así que esto es lo poco que puedo contar de lo mucho que vivimos en los Carnavales 2009.
En lugar de contar de "pe" a "pa" todo lo que pasamos, como he hecho siempre, directamente contaré mis sensaciones...de las que me acuerdo, claro.
Decir que no me lo pasé como los indios sería mentir cruel y despiadadamente, ya que un buen resumen sería decir que el día que más temprano me acosté fue a las 6 de la mañana, a partir de ahí imaginaros el resto.
El viernes de carnaval salí con un nutrido grupo de frikazos, con muy buena compañía y con muchas ganas de juerguilla. Estuvimos a cerveza limpia hasta que el cuerpo dijo basta...y hasta que me dí cuenta de que trabajaba 3 horas después.

El sábado, tras ir a currar en unas condiciones lamentables, me pasé toda la tarde haciendo nada, basicamente. Después de la goleada del Madrid, tocaba pintarse la cara y saltar al ruedo. La verdad es que disfruté como un enano disfrazado del Doctor John Zoidberg, dividido en dos botellones, pero con grandes momentos en ambos. En nuestro botellón, Javi vestido de torero, Robe de "monje", Prado de vaquera, el cuñado y la hermana de Robe de pareja medieval, Alfonso de Mordisquitos y yo del citado calamar. En el "otro botellón" la mezcolanza era aún mayor. Desde dulces gatitas a una cañera Amy Whinehouse, un torero, Bocasecaman, Blancanieves heavy, Elvis, la oveja Dolly, una ratita, Zapp Brannigan, Leela...impresionante. Este primer día lo cerré a las 10 de la mañana entrando en un taxi con el As bajo el brazo. Imaginaos la cara del taxista...

Después del día de reflexión, y de caer dormido por cada rincón de la casa, volvía con las pilas cargadas para más carnavales. Esta segunda noche prometía más que la anterior y no defraudó. Otra vez en dos botellones, con amenaza de borrachera incluida. Esta vez íbamos de Heavys (Alfonso y yo), Javi de moro, Robe de mejicano y el resto igual. En el otro bando, ya en menos número, todos igual, exceptuando un par de adas y un supermario. De hecho una de esas adas es la que me amenazó de borrachera, pero se quedó en poco para lo que estoy acostumbrado, "pequeño". En fin, otra noche llena de risas, de buenos momentos y de lagunas mentales...todo acabó más o menos dónde la noche anterior, pero sin taxista sorprendido.

Al final, sin contar nada he contado más de lo que esperaba. Sólo añadir una cosa más: Espero volver a repetir las veces que haga falta, lo de estar dividido en dos botellones lo llevé mejor de lo esperado y además tengo la sensación de haber pasado más de un examen, pero bueno creo que no fue mal.
Y que coño, ¡¡que me lo he pasado de "whore mother fucker"!!