Do You Remember? ::: Playa Chewacca (2004)

Este seguramente será el Do You Remember más corto de todos, más que nada porque tengo vagos recuerdos, supongo que por el alcohol de aquella noche o porque han pasado demasiadas juergas de por medio. Además estaba empezando una preciosa relación y estaba un poco despistado, al fín y al cabo me había pasado todo un año rodeado de mujeres y como es lógico pasa factura.
Era el mes de Julio de 2004, nos fuimos a la playa de Isla Cristina como de costumbre. Estábamos los de siempre más la Chuky. Recuerdo que Javi, Juanma y yo nos fuimos los primeros allí, yo iba de empalme tras haber estado montando estanterías en el Carrefour durante toda la noche y con el Risquete de compañía. Más tarde se uniría Alfonso que también llegaba directamente del trabajo. No se si fue por ese motivo o porque al día siguiente volvíamos a trabajar, pero el caso es que la noche se nos fue de las manos.
En plena borrachera de ron, y con Juanma deleitándonos con su guitarra, llegó nuestro turno. Primero dándole manporros a las cuerdas intentando sacar alguna nota y después cantando e improvisando una canción que será recordada siempre.

- "Chewaaaaaaaaacaaaaa, chewaaaacaaaa"
- "Tiene pelos en las piennas"
- "Chewaaaaaaaaacaaaaa, chewaaaacaaaa"
- "Los padres la equivocaron con un mono cuando era pequeña"
- "Chewaaaaaaaaacaaaaa, chewaaaacaaaa"
- "Vive en una jaula"
- "Chewaaaaaaaaacaaaaa, chewaaaacaaaa"
- "Peluda, guarra, que asco de pelos"
- "Chewaaaaaaaaacaaaaa, chewaaaacaaaa"
- "Tiene tó el pecho como un matojo"
- "Chewaaaaaaaaaacaaaaaaaaa, chewaaaaaaaaaaaacaaaaaaaaa"

Todo iba viento en popa, con Alfonso componiendo las letras sobre la marcha, el Chatín tocando la guitarra y acompañándonos en los coros a Javi y a mí, cuando de repente cambió todo...

- "La zorra esa lo está grabando"
- "Ya no canto más"
- "Puta, puta..."
- "Lo ha grabado todo la hija de puta"

Efectivamente, la Chuky lo estaba grabando todo con el móvil, nos había pillado. De todas formas, al final nos alegramos de que lo grabara ya que en lo sucesivo los escuchamos miles de veces. Una pena que aquel documento sonoro se perdiera para siempre sin que existiera el bluetooth para pasarlo a limpio.

Después para rematar la faena, acabamos bañándonos en pelotas y de estrangis porque no se enteró casi nadie, otra gran costumbre.

Al día siguiente tocó el regreso a casa por la mañana con la resaca y con 4 horas de autobús.

Fue un viaje relámpago, pero fue la hostia.