Marwan Viajes

miércoles, 20 de agosto de 2008

El viaje a Granada

Hace ya casi una semana partimos a Granada, visita ya habitual para mi pero no para el resto de huéspedes.
Finalmente nos alojamos en el Hotel Perolo. Un hotel de 3*, a 10 minutos de centro y que tiene todas las comodidades posibles e inimaginables, y además es económico, creo que me he quedado unas 9 veces por allí...tiene habitaciones múltiples, dos cuartos de baño, cocina, salón, licorería y Play Station, vamos un lugar perfecto.
El señor Chatín King y el menda hicimos un viaje de ida a nuestro estilo, descojonandonos cada 2x4 (es más bestia), puteando y maldiciendo a los malos conductores y comprobando que desde Archidona al encender las largas de mi coche se ve hasta la costa de Almería. Cuando llegamos al hotel, allí nos esperaban los demás. Robe, Alfonsazo, Prado, MaryJo y el dueño del hotel nos recibieron con los brazos abiertos, un plato de ibéricos sobre la mesa, y un coctel de tequila para endulzar el pico. Toda la noche la pasamos tomando copas, fumando de la cachimba y de risas con los amigos.
A la mañana siguiente y con el estómago destrozado por el ron+limónynada, salimos en lo que en principio, sería un día de playa. Al final fuimos a un pueblecito en la montaña llamado Conchar. Allí pudimos degustar una pedazo de paella gigante para todo el que quisiera y además de gañote. Como se hizo tarde, en lugar de ir a la playa nos fuimos aún más arriba y nos adentramos en la montaña hasta casi llegar a sus entrañas dónde se encontraba una cascada de agua virgen, como la que tu sabes,sobre una poza de curiosa profundidad. Sólo puedo resumir la experiencia de bañarse en ese paraíso de una manera, ¡IM-PRE-SIO-NAN-TE!
Por la noche, de farra por Granada. Farra en plan tranqui con nuestra más que habitual visita al Pub Heavy Rainbow, previo paseo por los bares de tapas. Después todo se torció. La Chupitería 69 de Alarcón estaba cerrada, el Kebab que nos gusta también estaba chapado y para colmo, cuando fuimos a pillar limones a las casas "abandonadas" estaban demasiado verdes y no pudimos cogerlos prestados. Lo bueno fue el gazpacho con chocolate de antes de dormir.
El último día entero en Granada era el destinado para la visita a la playa. Todo empezó con un atasco monumental desde Salobreña hasta salir de Almuñecar, pero después fue la hostia. Paramos los coches en lo alto de una montaña y comenzamos a descender haciendo una miniruta de senderismo, cargados hasta las cejas pero viendo en todo momento el azul cristalino del mediterráneo que nos animaba a continuar el descenso. La playa era preciosa, el agua cristalina y la arena no era arena pero daba igual, se estaba tan de puta madre dentro del agua que había incluso pereza para comer.
Ese es otro tema, el dueño del hotel y yo nos acercamos al Mercadona, hicimos una compra histórica de la que salieron 3 barras de pan con la que se hicieron 21 bocadillos rellenos de esquisiteces, había calimotxo, cerveza, refrescos...¡pero no!Los señoritos quería un banquete nupcial con tarta y todo. ¡Fueraaaa, golfooooosss, zorrooooooss, mujeriegoooosss!
La última noche fue la de las partidas del PRO. El equipo sueco del Hammarby causó sensación pero no pudo hacerse con la victoria, tras varias exibiciones, ya que cayó en los penaltis. Pero siempre nos quedará el recuerdo y esa primera impresión al ver saltar a ese noble equipo al terreno de juego.
El último día casi empezó el síndrome postvacacional. Nos metimos una buena comida con salchichas en salsa de vino blanco mientras seguíamos intentando ganar un torneo con el Hammarby. Se llegó a una final pero se perdió de la manera más cruel.

El resumen del viaje es más o menos como siempre que he ido:

¡ES-PEC-TA-CU-LARRRRR!


pd: El próximo viaje a Granada, el fin de semana del 24-26 de Octubre. Veremos Extremoduro y además nos iremos de tapas. Las puertas de mi coche están abiertas...

5 comentarios:

David dijo...

Desde el hotel perolo (solo 3 estrellas???) la Mariyou y el dueño os saludan cariñosamente y les informan que la factura de la estancia en nuestro residencial se les pasará proximamente.

Atentamente, El Perolo.

PD: La Presi dice que los de los 21 bocatas... ejem ejem

Metallisak dijo...

Le pido al señor dueño del hotel que no se baje los pantalones, metaforicamente hablando, la compra estaba hecha con un par de corazones y con mucho cariño.
El hotel podría ganar alguna estrella siempre y cuando controle el nudismo de sus huéspedes, sobre todo de uno grande en calzoncillos.

Les deseo tanto al Gerente del alojamiento como a la Presidenta Senderista, a lor dó, que sean felices.

Besos!

Roberto dijo...

Lo mejor es la distancia, a 10 minutos del centro :-D

David dijo...

Y que debajo de mi casa hay un kebab, una cafeteria, un carrefour y un ikea....

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja, muy buen resumen. Por cierto lo de los 10 min de distancia es verdad, siempre y cuando se vaya en coche.
Y respecto a los 21 bocatas, como la presi, yo tb digo ejem ejem.

AH! ALguien dijo que la toalla de MAryjo era la mía, y se la trajeron para Badajoz, ya te la devolverán.

Besos.