José Luis García alucina cada vez que se acerca a su casa del Valle del Jerte. «Los basureros crecen cada vez más, sin control. He visto incluso a vecinos vaciando desperdicios y ahora que llega el buen tiempo no faltarán quienes se acerquen desde otras poblaciones para disfrutar del paisaje, sin importarles después marcharse y dejarlo todo lleno de basura». La suya es una lucha a la desesperada por conseguir, por un lado, que haya mayor vigilancia por parte de las autoridades sobre estos comportamientos incívicos y, por otro, que la mancomunidad y los ayuntamientos organicen un servicio de recogida de basura que cubra las necesidades de todos los vecinos, algo que en estos momentos no está ocurriendo.
Los suyos son los mismos objetivos que defienden los alrededor de 400 propietarios que tienen su vivienda a lo largo de la N-110, la carretera que atraviesa la comarca. Cuatrocientos vecinos que generan basura y que tienen en su contra ser titulares de unas construcciones que se encuentran fuera del casco urbano y que son consideradas ilegales porque se levantaron sin permisos y sin proyecto, hace más de 50 años. No obstante, pagan contribución por ellas al ayuntamiento que corresponda, según el término municipal en el que se ubiquen y como poseedores de un bien que son. Al mismo tiempo, la administración regional construye desde hace años colectores que recojan sus aguas residuales. «Pagamos como ciudadanos de primera y se nos ofrecen servicios de tercera», indica un empresario vallense.
Esa ilegalidad de las construcciones fue precisamente la que llevó hace cinco años a retirar de la comarca medio centenar de contenedores en los que depositaban sus desechos los afectados, favoreciendo la aparición de puntos negros.
La decisión la tomó el ayuntamiento de las Casas del Castañar, con el fallecido Pedro Vega a su frente, cuando la Mancomunidad de Municipios determinó acabar con la recogida gratuita de basura que hasta entonces prestaba porque le resultaba demasiado costoso. A cada municipio se le dio la oportunidad de organizar su propio servicio, determinándose en el caso de los extraurbanos que si querían disponer del mismo tendrían que alquilar un contenedor y además, pagar una tasa superior a la de los residentes en los pueblos porque retirar sus desechos era más caro, al tratarse de una especie de recogida puerta a puerta.
La propuesta no tuvo entonces eco, ni tampoco lo ha encontrado a lo largo de estos cinco años porque los afectados piensan que es injusta. Su planteamiento es que se les cobre una tasa como la que abona el resto de los vallenses, independientemente de su emplazamiento y que se reubiquen los contenedores que se eliminaron en 2005 en varias áreas. «En todo este tiempo nadie de los chalés los ha solicitado», señalan desde la Mancomunidad, mientras que desde el ayuntamiento de las Casas reconocen el problema y abogan por una solución coordinada con los afectados, al tiempo que indican que no se puede poner un contenedor en cada puerta.
La realidad es que en medio de este debate, los vertederos salpican cada vez más el Valle del Jerte, la comarca extremeña que acaba de recoger la declaración de Interés Turístico Nacional por su impresionante paisaje. Un título que exige ofrecer la máxima calidad si no se desea que se vuelva en contra. Limpiarlo de basura es precisamente por ello el mayor reclamo.
Fuente: Hoy.es
Nota: ¡Cómo cojones puede ser tan guarra la gente! La última vez que fui a San Isidro estaba todo igual, basura por doquier.
¡Basta ya de no cuidar el medio ambiente! Si lo llenamos de mierda, esa misma mierda acabará comiéndonos, estamos destrozando los pulmones naturales que nos dan vida.
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