Tachioscapista en París
París es la capital de Francia. Está situada en el norte del país, surcada por el Sena. La población de la ciudad propiamente dicha es de 2.144.700 habitantes, y constituye el centro de un área metropolitana de 11.174.743 habitantes.
Francia es el principal destino turístico del mundo y su capital concentra buena parte de la atención de la gran mayoría de turistas que visitan el país.
¿Qué visitar?
Musée du Louvre. Este enorme edificio fue construido en el siglo XIII y era, en su origen, una fortaleza que luego fue habilitada, a mediados del siglo XVI, como palacio real. Su transformación en museo se inició en 1793. El Louvre fue remodelado y se le añadió una entrada debajo de una pirámide de cristal. Aunque al principio se consideró un fracaso, el nuevo diseño ganó adeptos entre los que confundían conformidad con inexcusable aburrimiento. Muchedumbres de visitantes llenan diariamente las salas, repletas de pinturas, esculturas y antigüedades entre las cuales se pueden ver la Mona Lisa, La Venus de Milo y la Victoria alada. Se recomienda elegir un período o una sección del Louvre e imaginarse que lo que queda por ver se puede encontrar en algún otro sitio de la capital.
Centre Georges Pompidou. Presenta y promociona el arte moderno y contemporáneo y es, sin lugar a dudas, el sitio más visitado de París. Su construcción transcurrió entre los años 1972 y 1977. Su estructura industrial aunque un poco delirante envejeció rápidamente y la reforma de sus fachadas ha ocasionado el cierre de varias partes del centro. Diversas galerías de arte de calidad se pueden visitar entre las obras así como una librería con entrada libre que se extiende sobre tres gradas y que dispone de más de 2.000 publicaciones periódicas; entre las cuales se pueden encontrar diarios en todas las lenguas y revistas del mundo entero. Ubicada a su lado oeste, una plaza atrae a músicos de calle, imitadores de Marcel Marceau y a toda una fauna de vendedores de drogas y de rateros.
Notre Dame. La catedral de París es uno de los edificios más impresionantes de la arquitectura gótica. Su construcción se inició en 1163 y finalizó en 1345; su interior desmesurado puede albergar hasta 6.000 fieles. Aunque Notre Dame sea considerada como una sublime realización arquitectural, su estructura presenta una serie de peculiaridades que dan pretexto a comentarios de parte de los franceses. Entre otros, sus tres entradas principales son de tres estilos diferentes y están adornadas con estatuas, coloridas en su origen para que las escenas de la Biblia que ilustran fuesen más reales para el pueblo. Su nave está dominada por un enorme rosetón espectacular. Su órgano, constituido de 7.800 tubos, fue restaurado recientemente y desde entonces no ha vuelto ha sonar correctamente. Desde la base de la torre norte, los visitantes provistos de una columna vertebral firme pueden ascender a la cumbre de la fachada oeste y así disfrutar del panorama sobre las gárgolas que abarca gran parte de la ciudad. Debajo de la plaza situada frente a la catedral se halla una cripta arqueológica que presenta los restos de unas estructuras del período galo-romano y de épocas más recientes.
Sainte Chapelle. Ubicada dentro del Palais de Justice (Palacio de Justicia), la Sainte Chapelle fue consagrada en 1248 y alberga la famosa corona de espina de Jesucristo y otras reliquias que fueron adquiridas por el rey Luis IX a principios del siglo XIII. La capilla se parece a una joya y está iluminada por una vidriera, verdadera cortina de estaño y de vidrio (la más antigua y la más delicada de París). Se contempla mejor desde la maravillosa puerta dorada de la entrada principal del palacio de justicia. Una vez efectuados los controles, idénticos a los de los aeropuertos, el Palais de Justice se puede recorrer por sus pasillos interminables. Pueden presenciarse algunos juicios. Los casos civiles se deliberan por la mañana y los criminales, reservados generalmente a robos, se inician después del almuerzo.
Musée d'Orsay. Habilitado de manera espectacular en una antigua estación de trenes construida en 1900, el Museo de Orsay fue inaugurado en su aspecto actual en 1986. Numerosos tesoros artísticos producidos entre 1848 y 1914 se exponen en sus salas; destacan valiosas obras de los movimientos Impresionista y Postimpresionista, la mayoría de las cuales se encuentran en el piso principal y en el último, inundado por la luz del día. El nivel medio presenta habitaciones magníficas adornadas de piezas Art Nouveau.
En las proximidades del museo cabe destacar la presencia del Musée Rodin que expone esculturas de bronce y de mármol de Camille Claudel y Auguste Rodin. Detrás del museo se extiende un jardín sombreado lleno de esculturas que constituye uno de los más preciados remansos de paz de la capital francesa.
Torre Eiffel. Esta torre fue edificada para la exposición universal de 1889 para celebrar el centenario de la Revolución Francesa. Lleva el nombre del arquitecto que la diseñó, Gustave Eiffel. Tiene una altura de 320 m y fue la torre más alta del mundo hasta 1930. La torre estuvo a punto de ser derribada en 1909. Debió su salvación al hecho que ofrecía una plataforma ideal para colocar las antenas que necesitaban las nuevas ciencias emergentes como la telegrafía sin hilo. Después de observar las vigas desde el suelo, la visita se puede proseguir con la ascensión de la torre hasta uno de los tres niveles abiertos al público que se pueden alcanzar a pie o por los ascensores. Al sureste de la torre se extiende una zona recubierta de césped que, en otros tiempos, acogió el primer vuelo en globo y que, ahora, sirve de sitio de recreo para los adolescentes y sus monopatines.
Avenue des Champs-Elysées. Hace mucho tiempo los aristócratas pomposos solían pasear por la avenida de los Campos Elíseos que representaba el símbolo y la alegría de vivir de París. Una serie de locales de comida rápida, de escaparates de coches y de cines han empañado, en cierto modo, su lustre. Sin embargo, sus 2 km de largo y sus 70 m de ancho siguen constituyendo un lugar ideal para pasearse de noche y para comer en uno de sus carísimos restaurantes.
Cimetière du Père Lachaise. Establecida en 1805, esta necrópolis atrae más visitantes que cualquier sitio parecido en el mundo. Las tumbas bien cuidadas de más de un millón de personas se esconden entre los árboles y las flores. Entre ellas figuran sepulturas de grandes personajes como el compositor Chopin; los escritores Molière, Oscar Wilde, Balzac, Marcel Proust y Gertrude Stein; los artistas David, Delacroix, Picasso, Seurat y Modigliani; la cantante Edith Piaf o la bailarina Isadora Duncan. Sin embargo, la tumba que recibe más visitas es la del líder del grupo The Doors, Jim Morrison, fallecido en París en 1971. Un siglo atrás el cementerio fue el escenario de una feroz batalla entre un grupo de insurgentes y las tropas gubernamentales. Los rebeldes fueron finalmente rodeados y fueron fusilados contra una de las paredes.
Place des Vosges. El distrito de Marais fue, durante mucho tiempo, una zona pantanosa antes de ser convertida en tierra de cultivos para finalmente llegar a ser una zona residencial, según la voluntad del rey Enrique IV en 1605. Por eso fue construida la plaza des Vosges y se edificaron 36 casas simétricas a su alrededor. Estas casas, con arcos en su piso principal, amplias ventanas en claraboya y plantas trepadoras, fueron originalmente construidas con ladrillos. Luego fueron elevadas con vigas recubiertas de yeso para ser pintadas como si de ladrillos se tratase. Los duelos, regidos por normas muy estrictas, se disputaban en medio de este elegante parque. De los años 1832 a 1848, Victor Hugo ocupó la casa del numero 6; actualmente museo municipal. Los arcos que adornan la plaza albergan tiendas de lujo, galerías de arte caras y cafés llenos de paseantes impecables e indolentes tomando tacitas de café.
Les Catacombes. A finales del siglo XVIII París tuvo un serio problema de superpoblación dentro de sus cementerios. Las autoridades, a parte del lado estético, se encontraban con un problema de salud pública. Decidieron exhumar los restos de los cadáveres y trasladarles a unos hoyos excavados en los túneles de una cantera subterránea abandonada. La decisión fue tomada en 1785 y de este modo se abrieron las catacumbas. Los visitantes de esta atracción macabra tendrán que bajar hasta unos veinte metros bajo tierra y pasearse a través de pasillos atiborrados con huesos. La gente mayor de sesenta años puede entrar gratuitamente, un detalle que refleja el sentido del humor de los franceses. Los túneles, usados por la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial como cartel general, están al sur del Sena.
Bois de Boulogne. El Bois de Boulogne es un bosque de tamaño reducido en la parte oeste de la ciudad. Esta formado por zonas de bosque, paseos meandrosos y cafés de la Belle Époque. Cada noche, los hoyos del Bois de Boulogne se llenan de prostitutas y de visitantes furtivos con gustos sexuales particulares. Hace pocos años, la policía dio caza a los negociantes del sexo y los agentes siguen avisando del peligro de entrar sólo en el bosque de noche.
El Viaje .- Como practicamente a la totalidad de capitales europeas, las opciones de conseguir un vuelo Low Cost son altísimas. A la capital francesa podemos volar desde Madrid (EasyJet, Aerolíneas Argentinas, Vueling, Ryanair y Air Comet), Sevilla (Clickair) y Granada (Transavia y Vueling). Los precios oscilan desde los 40 Euros de Ryanair hasta los 90 de Air Comer, Aerolínes o Transavia, siempre reservando con bastante antelación.
¿Dónde Dormir? .- Pequeños hoteles, hostels, albergues y apartamentos te están esperando con un precio bastante asequible, así que directamente paso a recomendaros algunos hotelitos de buena calidad y, sobre todo, buen precio: Hotel Belgrand, Hotel Abricotel, Hotel Des Batignolles, Grand Hotel Nouvel Opéra, Hotel La Bruyere y Hotel Metropol. Además, si quieres cadenas hoteleras podrás encontrar Holiday Inn, Best Western, TimHotel, Citadines, Ibis, etc.
París, tal vez aún más que el resto de Francia, tiene un gran espíritu de diversión: cabarets, discotecas, salas de fiesta, sencillos cafés o restaurantes de lujo, la Opera Garnier, la Opera Bastilla y la Comédie-Française, todo parece animarnos a disfrutar y compartir momentos de diversión. En París no se es extranjero por mucho tiempo. Por poco que se muestre uno atento y curioso, siempre encontrará a un interlocutor que le dé la clave para descubrir un nuevo aspecto de esta capital mil veces más humana de lo que parece a primera vista.
Para la próxima entrega otra de las grandes, Estocolmo.
4 comentarios:
Dejame que te recomiende tambien,y a bote pronto:
- la Opera de Garnier,
- el Moulin Rouge,
- el Sacre Coeur,
- Montmatre,
- Saint Denis,
- Versalles...
- Les invalides
- El Arco del Triunfo
- El Jardin de las Tulleries
- El obelisco
- La Madeleine
- Le Petit Palais
etc, etc, etc...
tiene que ser imposible ver todo esto en 2 días!!
No creas, se puede ver.
Solo tienes que tener el trayecto planeado, y unas piernas que te aguanten! :-)
La señorita Apalie es experta en esas visitas.
A mi se me da bien enseñar el Louvre en 90 minutos
Y cuando me habéis dicho que vamos???, q ya estoy haciendo ejercicio para q m aguanten las piernas!! jejejejeje
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