En agosto de 1942, ocho jugadores del Dinamo y tres del Lokomotiv se enfrentaron a un equipo del ejército nazi en Kiev. Ganaron 5-3. Pocos días después, varios de ellos murieron torturados y asesinados como represalia.
El 19 de septiembre de 1941 Kiev fue ocupada por el ejército nazi. Durante los meses siguientes llegaron a la ciudad cientos prisioneros de guerra liberados, a los que no se permitía trabajar ni vivir en casas, por lo que se veían abocados a la indigencia. Entre aquellos soldados desnutridos estaba Nikolai Trusevich, portero del Dinamo de Kiev.
Josef Kordik, un panadero de origen alemán, reconoció a su ídolo nada más verlo: el gigante Trusevich. Se saltó la ley y lo contrató. Y le encargó encontrar a sus compañeros, a los que fue ocupando en la panadería. Hasta allí llegaron también tres futbolistas del Lokomotiv. Así nació el FC Start.
El 7 de junio, jugaron su primer partido. Pese a estar famélicos y haber trabajado de noche, vencieron 7-2. Su siguiente rival fue el equipo de una guarnición húngara: 6-2. Luego le metieron once a un conjunto rumano. La cosa se puso seria cuando el 17 de julio ganaron 6-0 a un equipo del ejército alemán. Ocho días después, al MSG húngaro (5-1). Y más tarde, 3-2 en la revancha.
El 6 de agosto, convencidos de su superioridad, los alemanes prepararon un equipo con miembros de la Luftwaffe, el Flakelf. Pese a las patadas de los alemanes, el Start venció 5-1. El 9 de agosto se anunció la revancha, en el repleto estadio Zénit. Antes del choque, un oficial de las SS entró en el vestuario ucranio y dijo en ruso: "Soy el árbitro, respeten las reglas y saluden con el brazo en alto". Ya en el campo, los futbolistas del Start (camiseta roja y pantalón blanco) alzaron el brazo, pero se lo llevaron al pecho y en lugar de gritar ¡Heil Hitler!, corearon "¡Fizculthura!", un eslogan soviético que proclamaba la cultura física. Los alemanes (camiseta blanca y pantalón negro) marcaron primero, pero el Start llegó al descanso ganando 2-1. Hubo más visitas al vestuario y los jugadores se plantearon no salir. Pero salieron. Con 5-3 a su favor, Klimenko regateó al portero y cuando todos esperaban el gol, se dio la vuelta y chutó hacia el centro del campo. El estadio se vino abajo.
Como si nada hubiera ocurrido, el Start ganó días después al Rukh (8-0). Pero tras el partido, la Gestapo visitó la panadería. El primero en morir torturado en comisaría fue Kortkykh. Los demás arrestados fueron enviados al campo de Siretz. Allí, como respuesta a un ataque de la resistencia, mataron a Kuzmenko, Klimenko y Trusevich, que cuentan que murió con su camiseta de portero puesta y gritando: "¡El deporte rojo nunca morirá!". Goncharenko, Tyutchev y Sviridovsky, que no estaban en la panadería, sobrevivieron escondidos hasta la liberación de Kiev en noviembre del 43. El resto se esfumó en el caos de la guerra.
Ésta es la historia del 'Partido de la Muerte', según recoge Andy Dougan en su ligro Dynamo. Eduardo Galeano asegura que fueron fusilados "con los equipos puestos, en lo alto de un barranco". John Huston se inspiró en la historia para rodar Evasión o Victoria. Hizo lo que no se atrevió el destino: salvar a los héroes.
Fuente: As.com
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