Se fue la Semana Santa más sosa de los últimos años, no por nada, simplemente porque la he pasado entera en casa, pintando y sin descansar ni una minchia.
Después de las demostraciones fanáticas y surrealistas que la religión católica nos ha regalado otro año más, toca pensar en la que se avecina en las próximas semanas, que no es poco.
Antes de que acabe el mes, se avecinan nuevos cambios en temas laborales. Además tendré el placer de disfrutar de una escapadita de fin de semana con la mejor compañía.
Ya en mayo, otra escapada a Madrid y un nuevo viaje a Granada, que con un poco de suerte y si el tiempo lo permite, se convertirá en el primer baño playero de año.
Además empezarán los agobios por la llegada del curro intensivo en el próximo verano, los intentos de salir los fines de semana buscando el mar, desplazamientos al norte de la región, la nueva temporada de verano con el Barrio...y mil cosas más que tendré el gusto de ir contando.
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